Identificación del bien
SubirMonte Castillo, Puente Viesgo, Cantabria
Acceso
Desde el centro de la localidad de Puente Viesgo (en la N-623), junto al aparcamiento central de la villa, se toma la carretera que asciende al Monte Castillo y que finaliza en un área de aparcamiento desde donde se accede a pie hasta el centro de interpretación y acogida de visitantes, emplazado delante de la cueva.
Coordenadas geográficas
UTM 30T 421890E / 4793800N – Z: 190
Descripción
SubirDescripción topográfica
El Monte Castillo es una colina caliza de forma cónica que constituye la estribación más oriental de la Sierra del Escudo de Cabuérniga, formación que separa la llanura costera y los valles interiores del occidente de Cantabria. Se levanta sobre la margen izquierda del río Pas y domina una amplia vega fluvial en el inicio del “bajo Pas”, así como un paso natural desde este valle hacia la cuenca del Besaya.
La cueva se estructura en dos niveles bien definidos, con un desnivel máximo de -21 m. El más bajo corresponde al área utilizada por los artistas paleolíticos. La galería inferior se desarrolla en dirección norte-sur y mantiene una anchura de unos 5 m en los tramos más estrechos, que alternan con salas y conductos laterales hasta desembocar en una zona más amplia, conocida como Sala B, donde se agrupan las representaciones parietales paleolíticas. De esta sala surgen otros conductos menores y una galería terminal. El acceso a la galería inferior se lleva a cabo en la actualidad a través de una serie de escaleras. El piso superior carece de interés arqueológico, y se comunica con el inferior a través de conductos muy estrechos. Se trata de la cueva de mayor longitud del conjunto del Monte Castillo, más de 800 m de recorrido.
Fecha de descubrimiento
El yacimiento arqueológico fue descubierto por dos peones camineros que trabajaban bajo el mando del ingeniero A. García Lorenzo en septiembre de 1953. La desobstrucción de fisuras desarrolladas a partir de una falla en la ladera del Monte Castillo dio acceso a la cavidad que en aquellos momentos, carecía de entrada practicable.
Investigación arqueológica
En el mismo año de su descubrimiento se realizó un estudio del arte rupestre de la cavidad y se hizo mención de la posible existencia de yacimiento arqueológico bajo las capas estalagmíticas. En los años 60 del siglo XX, J. González Echegaray llevó a cabo un sondeo arqueológico junto a la entrada original de la galería inferior y otro en la sala de las pinturas, con resultados escasamente interesantes. No se ha detectado en la cavidad un yacimiento arqueológico contextualizado, aparte la localización de algunos restos de fauna de mamíferos e industrias líticas. Los muestreos de pigmentos para la datación absoluta del arte parietal de la cueva mediante la técnica del AMS 14C han arrojado los resultados siguientes:
Figura de ciervo nº 20: (GifA-95194) 15070 ± 140 BP
Trazos panel signos nº 14: (GifA-95230)13949 ± 140 BP
Contenidos artísticos: pinturas, grabados
El arte parietal de la cueva se puede agrupar en dos conjuntos, considerando las técnicas empleadas (grabado y pintura) y la distribución topográfica de las representaciones:
Los grabados se extienden por el tramo intermedio y la sala principal de la cavidad, sobre ambas paredes y el techo. Se trata de trazos digitales y líneas incisas que definen contornos simples. Sólo en parte de una figura aparecen restos de pintura negra. Las representaciones se disponen, por lo general, en frisos longitudinales, adaptándose al espacio parietal disponible, excepto en un panel donde se acumulan en una abigarrada superposición. El conjunto más importante se localiza en la parte derecha de la sala principal, donde se pueden distinguir varios paneles constituidos por figuras de animales: uros, cérvidos, cabras y un rebeco. Hay unos cuartos traseros que bien podrían atribuirse a un caballo. Junto a éstas, se observan grupos de líneas, sueltas o agrupadas, de difícil interpretación.
Las pinturas se concentran en la zona central de la sala principal, sobre un lienzo sobresaliente de pared de disposición horizontal y en el interior de una estrecha y corta galería, a modo de “cueva dentro de la cueva”. El estilo de las pinturas es de trazo simple de contorno y están ejecutadas siempre en color negro. Las figuras de animales se limitan a cinco ciervos, algunos incompletos. Presentan sus cornamentas en perspectiva torcida y carecen de modelado interior. Hay también una cabeza de caballo. Otra pintura de las mismas características, correspondiente a un caprino, se emplaza en otro punto de la cavidad, dentro de una oquedad. A las figuras animales les acompaña un conjunto de motivos geométricos entre los que hay cuadrangulares simples y complejos -articulados según el clásico esquema tripartito-, y líneas sueltas o asociadas a los signos anteriores.
Bibliografía
SubirGONZÁLEZ ECHEGARAY, J., 1974. Pinturas y grabados de la Cueva de las Chimeneas (Puente Viesgo, Santander). Monografías de Arte Rupestre, Arte Paleolítico 2. Barcelona.
MOURE, A., GONZÁLEZ SÁINZ, C., BERNALDO DE QUIRÓS, F., CABRERA, V., 1996. Dataciones absolutas de pigmentos en cuevas cantábricas: Altamira, El Castillo, Chimeneas y Las Monedas. En A. Moure (Ed.), "El hombre fósil" 80 años después: 315-320. Santander: Universidad de Cantabria, Fundación Marcelino Botín, Institute for Prehistoric Investigations.
ONTAÑÓN PEREDO, R. 2018. 10 Cuevas Patrimonio Mundial en Cantabria. Santander: Consejería de Educación, Cultura y Deporte - Gobierno de Cantabria / Asociación de Amigos del MUPAC.