Cueva de Santimamiñe

Cortézubi, Vizcaya, Comunidad Autónoma del País Vasco

Coordenadas geográficas

UTM 30T 529550E 4799585N - Z: 150

Descripción topográfica

Esta cueva se abre en la falda baja del monte Ereñozar, a 150 m de altura sobre el nivel del mar. Es un santuario profundo característico con una galería principal de la que parte un divertículo axial a unos 50 m de la entrada, en el que se concentran la mayor parte de las representaciones del santuario. El divertículo tiene pequeña galería de acceso o antecámara y sala terminal de planta irregular constituida por coladas estalagmíticas.

Fecha de descubrimiento

Fue descubierta en 1916, gracias a la curiosidad de unos muchachos. Penetraron en la caverna y a 60 m de la entrada treparon por una galería lateral ascendente y estrecha, llegando hasta la cámara donde se encuentra el grupo principal de pinturas de la cueva. Hoy en día el acceso al lugar es fácil debido a una escalera metálica dispuesta para ello. Tras comunicárselo a sus profesores llegó la noticia al compositor J. Guridi, quien lo comunicó a la Diputación de Vizcaya. Esta se hizo cargo del hallazgo y cerró la cueva a fin de evitar daños en el conjunto rupestre.

Investigación arqueológica

La cueva contiene un importante yacimiento arqueológico en la zona de la entrada, con una potencia de varios metros, en el que se han documentado estratos paleolíticos y de la Prehistoria reciente. El yacimiento y su arte rupestre fueron explorados en la segunda y tercera décadas del siglo XX por el activo equipo investigador formado por T. de Aranzadi, J.M. de Barandiaran y E. Eguren, que publicó los resultados de sus estudios antes del estallido de la Guerra Civil española. Con posterioridad han sido numerosos los prehistoriadores que han revisado el registro arqueológico de la cavidad, en especial su arte rupestre. Entre estos últimos cabe destacar, en las décadas 60 a 80 del siglo XX, a J. M. Apellániz, y más recientemente a J.C. López Quintana.

Contenidos artísticos: pinturas, grabados

Los dos recintos arriba indicados están cubiertos por las figuras y por trazos inacabados, siendo unas 50 el total de obras de la cueva. Estas son de tamaño mediano o pequeño, con la excepción de los dos grandes bisontes del panel principal de la cámara. La mayor parte de las figuras están pintadas en negro, exceptuadas unas 10 grabadas o realizadas en ambas técnicas.

Comenzando por la cámara, a la izquierda se encuentra el gran panel (grupo IX) formado por 7 figuras acabadas y un trazo curvado que parece ser la giba de un bisonte. En el centro está la figura de un caballo y el resto de representaciones son bisontes.

El segundo panel se localiza a la izquierda de la entrada de la cueva. Comprende varios bisontes incompletos, trazos suelos pintados y signos grabados. Las figuras principales son dos bisontes pintados en negro y un bisonte grabado de formas estiradas y curvilíneas. En el techo aparece la silueta negra de un bisonte y en la zona de colada de la entrada varias figuras mal conservadas (un caballo, un oso, un ciervo, una cabra).

A la derecha del anterior existe otro panel un tanto desleído en la colada estalagmítica. Son tres figuras verticales que parecen representar bisontes, dos afrontados. Además en la cámara se representan líneas onduladas y trazos de difícil interpretación, una pequeña cabra mirando al techo y el contorno de un bisonte.

En las paredes de la antecámara, se localizan un caballo de canon desproporcionado y un bisonte a falta de tren delantero al que se opone otro en idénticas condiciones. En la pared frontera aparece un bisonte de canon alargado y un esbozo de animal.

Ya en la zona de la galería principal, se encuentran dos representaciones de cabra próximas al divertículo, mientras que el resto de figuras aparecen alejadas y separadas entre sí. Se ubican a unos 150 m de la entrada y en la pared derecha de la galería. Se les denomina “sala nueva de pinturas” en contraposición a las pinturas de la cámara antigua ya señaladas. Destacan en esta zona una cabra de perfil estilizado y detallista, un perfil de bisonte y otro bisonte a la derecha, un caballo de pequeñas proporciones y otro bisonte de pequeño tamaño.

El santuario de Santimamiñe es un santuario complejo, en el que al parecer colaboraron múltiples autores, entre los que destaca el “maestro” del gran panel de la cámara antigua. Las diferentes manos parecen relacionarse por el canon homogéneo utilizado. Así, todas las pinturas parecen realizadas en un mismo periodo, quizá largo, pero en el que no hubo variaciones sensibles de gustos artísticos. Cronológicamente, se ha adscrito al Magdaleniense medio-superior.

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